Simbología y heráldica

La Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, posee, con la conformidad de la Iglesia, sus propios ritos y ceremonias que expresan sus características particulares.

El Sepulcro de Cristo es el gran símbolo de esta asociación particular de fieles dedicados a cumplir esta misión y a alcanzar los objetivos que les han sido encomendados por la Iglesia.

Entre los otros símbolos que son queridos por la Orden y la caracterizan, está la Cruz potenzada o Cruz de Jerusalén, que constituyen su emblema. Su color rojo , recuerda la sangre derramada por Cristo a su muerte por nosotros, nos recuerda el amor que Cristo nuestro Redentor (Jn, 15-13).

El manto, hábito de coro, simboliza la vestimenta de los elegidos y el manto de justicia (Ic 61-10), testimonio de nuestra unión de gracia con Cristo.

La participación de los miembros de la Orden en los actos de culto público en la Iglesia, como comunidad de fieles pertenecientes al pueblo de Dios, y el abrazo como signo de paz con el que los nuevos miembros son recibidos y acogidos en la Orden, son también signos destacables y evocadores de gran importancia.

Uno de los más importante símbolos utilizados en las ceremonias de la Orden es la espada, también llamada ‘Espada de Godofredo’. En un principio recordaba los orígenes de la Orden, unidos a la conquista de Tierra Santa por los Cruzados y a la protección de cristianos y peregrinos. En la sociedad actual, que aprecia menos los símbolos en lo referente a las armas, y se declara a favor de la paz y de la justicia, sobre todo en Tierra Santa, parece importante insistir en el simbolismo espiritual de la espada.

Otro elemento de las ceremonias de la Orden es la presentación de las espuelas. La espada y las espuelas son los símbolos de la caballería.

La Cruz de Godofredo

Se llama así a la cruz que lleva en los extremos de cada brazo un travesaño, denominándose también como cruz potenzada. Ya desde tiempos muy antiguos se convirtió en la divisa y emblema de la Orden esta cruz, con el añadido de cuatro cruces más pequeñas en los cuatro ángulos y que según cuenta la tradición fue denominada cruz Jerosolimitana o de Godofredo de Bouillon, porque según la tradición fue el primero en llevarla.

Blasón y sello

Por una tradición muy antigua la Orden ostenta como blasón el escudo atribuido al Reino Latino de Jerusalén, que es sobre fondo de plata, la cruz de Jerusalén de oro y esmaltada en color gules (rojo). Yelmo de oro, coronado con corona de espinas, similar a la que le fue impuesta a Jesús de Nazaret, en la cimera, por el globo rematado por la cruz, flanqueada por dos banderas de plata con la cruz púrpura de Jerusalén en el centro. Por tenantes, tiene dos ángeles con dalmatica roja, uno a la diestra, sosteniendo el estandarte cruzado; el otro por la siniestra que rige el bordón y la concha de peregrino. Lema: «Deus lo vult» en caracteres mayúsculos romanos. sobre una cinta cuyos extremos terminan cada uno en dos puntas situada bajo la punta del escudo.

El sello, es en forma de almendra, cerrada por una orla de oro corona de espina, ostenta repujada y destacada en plata la figura de Cristo Resucitado del Sepulcro.

El estandarte o lábaro de la Orden

La enseña de la Orden consiste en el estandarte de seda blanca con mástil rojo, rematada por trofeo militar. El cuadro de 1,80 x 2,10 cm. , se anuda al asta transversal mediante pasadores de almenado güelfo. Del asta horizontal pende una franja de 0,40 m. Que representa en los colores y colgantes a las Lugartenencias de la Orden. En el anverso del estandarte campea la figura de Cristo Resucitando del Sepulcro, que sostiene el Estandarte cruzado.

En la cabecera del Sepulcro vacío se extiende como un festón el pergamino con el lema en caracteres góticos: «Dios lo quiere». La figura del Cristo Resucitando está cerrada a los lados por un motivo ornamental alternado por Cruces de Godofredo de Bouillon y Coronas de Espinas. De los Remates del brazo transversal superior penden las cintas de la Orden de seda negra jaspeada. En el reverso del estandarte campea la Cruz de Godofredo de Bouillon.

Heráldica

El Cardenal Gran Maestre cuartela el blasón propio con las armas de la Orden: de plata con la Cruz de Oro, esmaltada en el color de la sangre, coronada por el Capelo Rojo, con facultad de poner un manto, que arranca de la Corona de Espinas, rematada por la Cimera. El escudo se encuentra rodeado por el Collar de la Orden.

El Patriarca Gran Prior y el Asesor hacen uso en el jefe de la Cruz de Jerusalén.

Los Arzobispos, Obispos y Prelados, que gozan de privilegio heráldico, y a los caballeros y damas a quienes se les haya reconocido un título de nobleza, pueden cuartelar el blasón propio con la Cruz de Jerusalén, en el caso de los primeros, mientras que los segundos pueden acolar el escudo propio con la cruz de la Orden, siendo este un privilegio intransferible.

También en el caso de los caballeros y damas que tengan algún blasón propio, pueden suspender la cruz de la Orden bajo la punta del escudo:

  • Los Caballeros con un nudo negro
  • Los Comendadores atada a una cinta negra limitada por la base del escudo
  • Los Comendadores con Placa, con trofeo pendiente de una cinta negra saliente de los flancos del escudo
  • Los Caballeros Gran Cruz, cercaran el escudo con la cinta de la Orden, de la que pende la Cruz con trofeo
  • Los Caballeros del Collar, los componentes del Gran Magisterio, los Lugartenientes de la Orden en ejercicio y los Grandes Priores podrán empezar con la Cruz de Jerusalén en la distribución acuartelada desde la derecha.