JUEVES SANTO

En el centro de este Jueves Santo, cuando Jesús se inclina para lavarnos los pies, está el recuerdo de nuestra llamada al servicio, que tiene su origen precisamente en el reconocimiento de lo que hemos recibido primero de Dios.

En su libro de espiritualidad, recientemente publicado por Romana Editorial, el Cardenal Gran Maestre recuerda que «la adhesión a la Orden nos permite continuar la misma obra de María de Betania, es decir, ungir también nosotros el “Cuerpo de Cristo”, que es la Iglesia, en la que Jesús vive ahora. Me refiero a la Iglesia en su realidad universal y local, pero, en particular, como miembros de la Orden, a la Iglesia Madre de todas las Iglesias, la de Jerusalén con sus fieles, peregrinos, refugiados, pobres, que Jesús nos ha confiado» (p. 16).